¿Por qué es importante la exploración en los niños y niñas?

8 de noviembre 2021  | Educación  | 2 min

La exploración en la infancia tiene un lugar relevante y privilegiado en lo que a desarrollo y aprendizaje se refiere. Es decir, los niños y niñas se desarrollan y aprenden a partir del contacto e interacción con su entorno.

Los niños y niñas tienen una necesidad innata por conocer el mundo que los rodea y, a partir de ello, conocerse y darse a conocer a los demás. Como afirma Malaguzzi (2001: 58):

“El niño aprende interaccionando con su ambiente, transformando activamente sus relaciones con el mundo de los adultos, de las cosas, de los acontecimientos y, de manera original, de sus coetáneos. En este sentido participa en la construcción de su yo y en la construcción del yo de los otros”.

Por ello, es importante acompañarlos en su proceso de crecimiento y favorecer la exploración desde casa y en el entorno que se desenvuelven. Aquí algunos consejos de cómo hacerlo:

1. Permitir la observación: acción de mirar, o escuchar con detenimiento los objetos y lo que acontece alrededor. Posibilita que el niño o niña pueda identificar las características, realizar comparaciones, establecer diferencias y semejanzas entre los objetos.

2. Enriquecer el juego: empleando materiales no estructurados, que les dé posibilidades de crear y construir conocimientos a partir de su imaginación. Además, permitir que los niños emplean todos sus sentidos y tengan la oportunidad de: tocar, oler, probar, escuchar, etc.

3. No exigirles resultados determinados: es importante acompañar y guiar, más no juzgar o presionar los momentos de exploración. Es clave entender que cada niño y niña es único y, por ende, tiene formas y tiempos distintos de aprender. Todos son válidos.

4. Fomentar que los niños y niñas encuentren por sí mismos nuevas propuestas para el juego: a través de preguntas y dejando que ellos descubran los conocimientos según sus intereses y deseos.

Bibliografía: 
Malaguzzi, L. (2001). La Educación Infantil en Reggio Emilia. Barcelona: Octaedro.